Los Planes de Entrenamiento no exigen una dedicación diaria concreta. Es el alumno el que debe distribuir su tiempo, basándose en diversos criterios.

El tiempo de dedicación depende por un lado de las posibilidades reales del alumno y, por otro, de los objetivos que se persigan, especialmente en cuanto a la creación de hábito y rutina de trabajo. Los planes de entrenamiento están diseñados para adaptarse a todas las posibilidades de dedicación según el tiempo disponible: desde una dedicación muy puntual cada semana (Plan Ardilla) hasta una dedicación casi diaria (Plan Elefante).